Extrañando la cuarentena

 

Sé que suena extraño, y hasta podría decirse que irresponsable, pero echo de menos muchas cosas del confinamiento.

Mi vida ha cambiado mucho y muy rápido, de igual forma que sucedió al inicio de la pandemia, y me veo ahora extrañando la quietud del mundo, el orden y la habitación del espacio.

Echo de menos los almuerzos en familia. Ir a comprar pollo y empanadas en mi bicicleta, mientras en casa todos avanzaban en sus deberes, para luego sentarnos a comer.

Echo de menos mi habitación propia, mi soledad, esa quietud del árbol en mi ventana y el olor a suavizante que venía de la casa de al lado.

Echo de menos mi vacío, la tranquilidad de no tener presiones horarias. El sentarme a escribir o ver una película en mi cama; salir de noche a hurtadilla a ver a mi amiga de la villa y volver relajado, para luego dormirme, el no tener que dar explicaciones y ser dueño de mi mismo...

A veces me cuesta sobrellevar todos los cambios, aunque sé que yo mismo los busqué, y entro a cuestionarme el estado actual de las cosas.

Me gustaría poder recrear en parte lo que tenía, que sí valoré mientras lo tuve, pero que dejé ir de un momento para otro, y sé que en mi vive ese reproche de sentirme coaccionado, y no llevar la vida que quisiera llevar...

Echo de menos la cuarentena, porque fue el momento en que me reencontré a mi mismo, me conocí y me habité, y me asusta pensar que perdí todo eso, o que todo esto sea muy egoísta.

Últimamente me he encontrado soñando que sde alguna forma tengo el dinero para un segundo arriendo, que tengo mi propia oficina, lejos de todo y de todos, aún si fuera en el mismo condominio.

Me veo adornando, pintando de los mismos colores que mi pieza, colgando el cuadro de Abra, teniendo un futon junto a la muralla, muy pocos muebles y un televisor... Recrear mi cuarentena para volver a habitarme a gusto.

Sé que esto es demasiado personal, pero estoy convencido de que no soy el único, y que es esta misma sensación la que me abruma, y simplemente hay días en que me canso.

Porque a veces la gente se cansa.