El centro desde el que escribes (o núcleo de escritor)
Hace un tiempo tuve esta idea al explorar mi experiencia personal. Simplemente analicé las historias que suelo contar desde una lógica global, buscando similitudes entre estas, encontrando con sorpresa que la mayoría comparte cosas que, al pensar en otros autores y sus trabajos me parecieron algo que no podía ser coincidencia. Y es que todos tenemos un centro desde el que escribimos, que suele componerse de emociones, tópicos, personajes y vivencias.
En base a estos elementos vamos construyendo nuestras obras, y es normal y está bien, y es que muchas veces al tratar de salir de nuestra zona de confort, retándonos a escribir algo diferente, suele pasar que el resultado no nos gusta, frustrándonos mucho en el proceso, lo cual tampoco está mal y, calma, no te vuelve un mal escritor.
Lo que pasa en estos casos puede explicarse a través de distintas razones, entre las cuales está la idea que intento desarrollar: al salir de nuestra zona de confort, tratamos con sentimientos y elementos que escapan al Centro desde el que escribimos. Otras razones pueden ser la falta de experiencia, pues nos hace falta vivir para lograr evocar lo que queremos; o no tenemos las herramientas aún, a pesar de haber vivido tantos años como sea el caso; puede que lo que falte sea estudio, tanto de un tema específico como de las técnicas necesarias para escribir, recursos que solo se pueden ganar de dos formas interconectadas (sí, se puede por separado, pero creo que es mucho más rápido al unirlas). No creo que haga falta decir cuáles son estas maneras... pero aquí están:
Leer y escribir. Cuánto más, mejor.
Como sea, soy de la idea de que lo mejor que podemos hacer al empezar y seguir escribiendo es respetar ese centro, ser fiel a aquello que nos nace comunicar, pues, ya lo han dicho muchos escritores a lo largo de la historia: lo mejor es escribir sobre aquello que te gusta y sobre aquello que te gustaría leer; la experiencia llegará por sí sola, y poco a poco te irás enriqueciendo, mutando incluso, y antes de que te des cuenta, (por lo general no te darás cuenta hasta que te lo hagan ver o compares trabajos anteriores) tendrás las herramientas, el conocimiento y la experiencia para escribir aquello que deseas.
Y tú. ¿Estás de acuerdo con la idea del núcleo de escritor? Y si lo estás, ¿Cuál crees que es tu centro?
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